En el más reciente curso de Java que tuve el privilegio de impartir (en serio, no es broma) y que concluye precisamente este próximo sábado 3 de enero, me preguntaron: "¿tú qué IDE usas regularmente?". Posiblemente decepcioné a más de dos cuando respondí: "no uso ninguno en particular... uso EditPlus".
Llámenme anticuado si quieren, pero en cuestiones de programación tengo unos gustos poco comunes. En primer lugar por lo regular no uso IDEs. Para ponerlos un poco en contexto, un IDE (Integrated Development Environment) es un ambiente de desarrollo que integra muchas herramientas con el propósito de facilitar la vida a los desarrolladores de software. Estoy de acuerdo. Sin embargo, no los uso por una sencilla razón: mi entorno de programación hace 20 años era muy simple: un editor de textos, un intérprete o compilador (según el caso), un prompt de sistema operativo y ¡listo!, programa hecho. Las ayudas eran casi nulas, y dependíamos de nuestra memoria o de un buen libro de referencia para seguir la sintaxis y usar las instrucciones propias del lenguaje. Tal vez por esta razón me acostumbré a esa simplicidad del editor (sí, aunque lo duden, el edlin de DOS y el vi de UNIX son sencillos de usar), que cuando aparecieron los IDEs permanecí renuente a utilizarlos. Pensándolo bien, no debí usar el tiempo pretérito; quise decir que desde que aparecieron los IDEs me he rehusado a utilizarlos (hasta donde el proyecto me lo permite, ni modo, la anarquía no se me da). Prefiero mi editor de textos y teclear de memoria las instrucciones.
Puedo parecer un poco incongruente por lo que voy a decir a continuación, pero confío en su criterio. Yo sí recomiendo a mis alumnos que utilicen un IDE, pero que no dejen de conocer el lenguaje; muchos se confían porque su herramienta les completa automáticamente los nombres de clases o de métodos, les indica con otro color las líneas con errores de sintaxis y les sugiere la corrección (¡incluso algunos IDEs corrigen por sí solos!, ¡increíble!). Sólo por reforzar mi punto, he sido testigo, muchas veces, de casos en los que el programador lleva horas sentado frente a un error en su programa sin poder acertar a decir cuál es, esperando que el IDE, de alguna manera milagrosa, lo resuelva. Que quede claro: el hecho de que yo no use un IDE no implica que no los recomiende, por el contrario, los animo a usarlos, pero con la debida precaución.
Si comienzas a programar en Java, recomiendo usar BlueJ. BlueJ es ideal para comprender mejor los conceptos de orientación a objetos, con la ventaja de un IDE que escribe código automático a partir de un diagrama UML. Para los más agresivos, están NetBeans, Java Studio Creator (de Sun), JDeveloper (de Oracle), Eclipse o JBuilder (de Borland). Yo he usado todos ellos y puedo decir muchas cosas (buenas y malas) de cada uno. Sin embargo, creo que la decisión es tuya. Busca un IDE que sea fácil de usar, no uno donde te tardes más en configurar tu ambiente que en escribir tu programa.
¡Ah!, ¡casi lo olvidaba! Al principio dije que usaba EditPlus. Es una herramienta muy útil, no es un IDE pero se cree uno de ellos. Es un editor de textos como muchos, pero bastante eficiente (quiero decir rápido), resalta sintaxis con colores, puedes configurar programas para que se ejecuten desde su menú, hacer búsquedas de textos usando expresiones regulares (ER) en varios directorios, y muchas cosas más. Tal vez tú conozcas alguno mejor, pero este me ha convencido y me ha hecho recordar muchas veces que las mejores cosas de la vida son las más sencillas... y que quizá debería tener un IDE instalado en esos momentos en que olvido los métodos de la clase String. ;)
:wq!
El software libre es para todos (y todas, claro ;))
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Es un hecho: el ambiente universitario es un buen escenario para un
festival como *FLISOL*. Hoy tuvimos la fiesta de instalación de *GNU/Linux*,
además de ...
Hace 14 años.
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